🇨🇴 Yátaro es el nombre Muisca del Terlaque pechiazul (Andigena nigrirostris) que vive en la región de los Andes de Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela.
A principios de 2021 nosotros (Mafe & Francisco) decidimos hacer realidad un sueño que había estado en nuestras mentes durante muchos años: crear una reserva natural en los Andes colombianos. Durante los días iniciales del proyecto notamos una melodía especial que sonaba casi como el llanto de un bebé, no pudimos ver al ave, pero la melodía siempre estaba con nosotros cuando plantábamos árbol o recolectábamos madera. Sabíamos que había tucanes en la zona, pero nunca habíamos escuchado la canción del Yátaro, así que después de preguntar a personas de la zona encontramos que el ave se llamaba por ese nombre y, además, el nombre indígena del valle donde decidimos crear nuestra reserva se llamaba Valle de los Yátaros.
En ese momento decidimos tomar el nombre del Yátaro para nuestro proyecto. Al fin y al cabo, el ave había sido nuestro compañero durante los días de nuestra primera temporada de lluvias y las etapas iniciales de construcción del proyecto.
Hasta el día de hoy, Yátaros y muchas otros especies animales y plantas (incluso las rocas y el agua) siguen recordándonos con sus canciones, sonidos y colores por qué estamos aquí y por qué queremos compartir la belleza y los servicios ecosistémicos de este lugar con el mundo.
🇬🇧 Yátaro is the Muisca word for the Black-billed mountain toucan (Andigena nigrirostris) which lives in the Andean region of Colombia, Perú, Ecuador and Venezuela.
Back in early 2021 we (Mafe & Francisco) began fulfilling a dream that had been on our minds for several years: creating a natural reserve on the Colombian Andes. During the early days of the project we noticed a peculiar bird song that sounded almost like a baby crying, we couldn't see the bird, but the song was always with us when we were out planting a tree or gathering wood. We were aware there were Toucans in the area but never had heard the song of the Yátaro, so after asking people from the area we learned that the bird was known by that name and, even better, the indigenous name of the region we were settling in was called Valle de los Yátaros (Yataros Valley).
At that point we decided to name our project after the bird that had been our companion during the days of our first rainy season and the initial construction phases of the project.
To this day, Yátaros and many other animal and plant species (even rocks and water) keep reminding us with their songs, sounds and colors why we are here and why we want to share the beauty and the ecosystem services this place provides with more people.
